Consejos para tener los neumáticos a punto tras el verano
Los neumáticos son uno de los elementos imprescindibles del vehículo, por lo que es de vital importancia cuidarlos y ponerlos a punto. Más aún, si cabe, tras el periodo estival, en el que se encuentran más desgastados tras haber realizado muchos más desplazamientos por carretera que en otros periodos del año.
Según estimaciones de la DGT, durante los meses de julio y agosto se han producido alrededor de 93 millones de desplazamientos de largo recorrido, un 2,4% más que en el año anterior.
Ante estos datos, resulta ineludible revisar el estado de este elemento, dado que unos neumáticos en mal estado, pueden provocar que otros sistemas del coche, en consecuencia, fallen. No te pierdas estas recomendaciones.
Controlar la presión de inflado
Circular con unos neumáticos con una presión inadecuada puede conllevar que la circulación se vuelva más peligrosa. De esta forma, es importante comprobar si existe una baja o alta presión en los mismos, ajustando las medidas a las recomendadas por el fabricante, con el fin de mejorar el rendimiento y seguridad del automóvil, además de evitar un desgaste prematuro y potenciar su vida útil.
Revisar el estado de los neumáticos
Inspeccionar que los neumáticos no presenten daños provocados por baches y golpes y que su desgaste no sea excesivo es fundamental tras el periodo estival, ya que, de no hacerlo, el conductor podrá tener problemas de estabilidad al frenar, e incluso tendrá que pagar una multa que ascenderá a 200 euros por parte de la DGT si el surco del dibujo baja de 1,6 milímetros.
Comprobar las bandas de rodadura
La profundidad del dibujo del neumático es elemental a la hora de garantizar una frenada eficaz y buena adherencia. Se aconseja cambiar las cubiertas cuando las ranuras de la banda de rodadura alcancen los tres milímetros de profundidad, especialmente en periodos de lluvia, nieve o hielo, así como cuando aparezcan los testigos de límite de desgaste en la goma.
Sustituir los neumáticos de verano por los de invierno cuando sea necesario
Es importante comprobar qué tipo de neumático tiene nuestro vehículo y si es acorde al clima en el que vaya a ser utilizado. Los neumáticos de invierno, por su parte, son indispensables para optimizar la adherencia en carreteras frías, ya estén mojadas, nevadas o cubiertas de hielo. Sin embargo, los neumáticos de verano proporcionan niveles altos de agarre en caminos húmedos y secos, así como una alta estabilidad en curvas y un desempeño de conducción óptimo con temperaturas más elevadas.
Poner el foco en el estilo de conducción
La forma de conducción repercutirá en la longevidad de los neumáticos, por lo que conducir de manera agresiva podrá provocar un mayor desgaste en la banda de rodadura, calentando la rueda en consecuencia y afectando a la calidad de la goma.